Solo falto todo

Más allá de todo

Más allá de todo

EL 16 de noviembre del 93, le detectaron una enfermedad terminal a Claudio, un filósofo que se la pasó analizando las realidades del mundo excepto la de él. Solo le quedaban 3 meses de vida, 3 meses en los que había decidido disfrutar y también sufrir como nunca lo había hecho en sus cortos 23 años.

Corrió, saltó, gritó, se cayó, pero igual se levantó, lloró, pero siempre le faltó algo, algo que tal vez era esencial, que sin pensar ya lo tenía muerto en vida: no había sentido el amor.
Una semana antes de su fallecimiento decidió escribir la siguiente carta:
“Querido amor…
Desconozco tu existencia, no sé ni siquiera a quien escribo, ¡Qué tontería!, pero ¿Sabes? creo que lo necesito. Me he pasado mi corta vida tratando de ser feliz, pero no he mirado las cosas y los detalles pequeños… ¡Ah! Si solo un día hubieses tocado mi puerta, tal vez ni siquiera sentiría próxima mi muerte y estaría mi alma esperando su complemento en algún lugar, no sé cuál, pero allí lo esperaría.
Quizá por amor haría lo que me la he pasado haciendo; saltando, corriendo y hasta llorando. Me siento un completo idiota y hasta loco, pero ¿Sabes? Un día alguien dijo: las mejores personas lo están.

Con el amore que no tengo, Claudio Martínez.

Tomó su escrito, lo dobló  lo tiro por la ventana tomando un rumbo desconocido, pero con suerte su carta llegaría a su destino.

Laura Andrea Usuga Flórez

Acerca de fredimanco

Sociólogo

Publicado el 23 septiembre, 2013 en Cuentos para soñar y etiquetado en . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

Deja un comentario